Otra batalla.

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El pasado 05 de Octubre se realizó la “Marcha por la diversidad sexual” organizado por “MUMS” (movimiento por la diversidad sexual), quienes persiguen el objetivo de conseguir sus derechos plenos y la no discriminación hacia las personas con orientación sexual e identidad de género diversas en el país.

A las 14:00 hrs, a las afueras del metro Baquedano se reunieron los asistentes, frente a carros alegóricos pertenecientes a distintas asociaciones que luchan contra la homofobia, ofreciendo un entretenimiento previo con música electrónica, competencia de talento, bailes, entre otras cosas.

A través de un comunicado, se pidió la valoración y la construcción de una cultura de derechos humanos en el transcurso de los 23 años de democracia y a 40 años del Golpe de Estado en Chile, por otro lado, se busca la igualdad de derechos, entre éstos, el matrimonio igualitario, unión civil y ley de identidad de género.

Cabe destacar que la movilización fue totalmente pacífica, sin desmanes o destrozos de ningún tipo a la vía pública o a la propiedad privada, tanto en el transcurso de la marcha, como después de esta misma, manteniéndose en todo momento un ambiente en donde lo primordial era un clima animado y de entusiasmo, en el cual, cada movimiento refleja una celebración por la lucha de sus derechos.

A este encuentro asistió una pareja de amigos, Edgar Pacheco Caroca (20) y Sakae Garabito Aedo (22), ambos homosexuales, quienes a lo largo de sus vidas, han tenido que sobrellevar una gran cantidad de encuentros discriminatorios, de los cuales han querido contar un poco de sus experiencias:
-Como a los dieciséis años me di cuenta que era gay y a los diecisiete se lo conté a mis papás- Comienza a hablar Sakae – En las clases de Ed. Física me sentía discriminado y bueno, en la calle es normal que te griten cosas desagradables, de hecho mi papá era uno de los que me gritaba cosas, incluso me llegó a agredir, aunque lo mandé detenido, porque claro que yo no iba a permitir que me tratara de esa forma. Ahora las cosas a pesar de que están bien, no podrían volver a ser lo de antes. Asistí a la manifestación por la causa homosexual, por nuestros derechos, porque siento que debo luchar por ellos y para no volver a ser discriminado en la calle por la gente, para que sepan que aquí estamos y que seguiremos luchando por lo que nos corresponde por el simple hecho de ser humanos y seres pensantes; ser gay no es una enfermedad ni una opción de vida ¿acaso ustedes eligieron ser heterosexuales?

-Siempre me sentí diferente a los demás y a los trece me di cuenta de la razón de cual era exactamente la razón de ese sentimiento. A esa edad salí del closet-Edgar comienza su relato.- La vez que me sentí más discriminado fue cuando se lo conté a mi familia, sufrí varios abusos por parte de mi padre y mi abuelo, tanto verbales como físicos; ni siquiera mi madre me miraba de la misma forma, creo que sólo a dos personas de toda mi familia no les influyó el hecho de mi sexualidad, me siguieron apoyando y aceptando hasta el día de hoy. Asistí a la marcha, porque quiero ser una persona respetada,  tener derechos que deban cumplirse en su totalidad y  que me permitan ser libre. Quiero poder salir a la calle y caminar sin miedo a que me puedan atacar, que se eduque a las personas para que comprendan que no somos atracciones de circo, sino, que somos seres humanos al igual que ellos, pero con distintos gustos. Quiero vivir mi sexualidad libremente.

Edgar un estudiante de Prevención de Riesgo y Sakae Peluquero y Colorista profesional, bailan al ritmo de Lady Gaga que suena por toda Plaza Italia, mientras avanzan con la intención de llegar al frente de la moneda a reclamar por lo que se les ha negado durante tantos años. Beben cerveza que compran a vendedores ambulantes, sólo se preocupan de pasar un buen momento, se ríen de todo y admiran a las “DragQueen”, por su estilo y la presencia que imponen, ellos acuden a la marcha y disfrutan de toda esta como si fuera una fiesta. “En eventos como estos es uno de los pocos momentos en los que no debemos escondernos ni temer a que alguien nos pueda agredir” menciona Edgar, “hay que disfrutar cada momento en que podemos ser nosotros mismos sin tener miedo” Sigue hablando, mientras baila y canta la letra de una canción de María Daniela y su sonido Láser.

Los ánimos parecen no disminuir en ningún momento, los gritos, la música y las banderas se levantan con fuerza cuando se encuentran cada vez más cerca de llegar al final de su recorrido, en la Moneda. Finalmente, cuando llegan a su destino, se detienen ahí por un momento  para que cada carro alegórico con su animador designado pueda decir unas palabras en relación a porqué están ahí y los motivos por los que están luchando, haciendo ahínco en que no se rendirán hasta ser tomados en cuenta y ser aceptados como lo es gran parte de la población chilena.

Hay muchos prejuicios sociales en cuanto a las movilizaciones de esta índole, dado que a pesar de ser sumamente pacíficas, tienen tantos detractores que recurren a la violencia que muchas veces por miedo a que pueda suceder algo, las personas apoyan la causa resguardados en sus hogares, sin embargo, esta idea se ve contrariada por la gran cantidad de familias jóvenes que se suman a la manifestación, llevando consigo a sus hijos pequeños y mostrando apoyo a la minoría, al igual que facilitando la muestra de un claro ejemplo de la seguridad que hay en estos lugares. Además con la participación de estas jóvenes familias, se logra formar una nueva idea de todo lo que realmente ocurre y a que las futuras generaciones crezcan con una educación que les enseñe y permita respetar las diferencias y a ser tolerantes con todo tipo de personas.  

Valeria Cea IV°A